22 de marzo de 2012

Ángeles Mesa comenta su visita a Villabona



UNA TARDE DIFERENTE

Cuando un amigo te propone un plan para una tarde diferente, das por supuesto que el plan incluye la visita a algún rincón que desconoces o alguna exposición que puede resultar lo suficientemente  atractiva, como para que aceptes sin condiciones.
Cuando tu amigo es Fran Vaquero y te desvela que el plan consiste en pasar la tarde en un centro penitenciario… la cosa cambia, el pulso se acelera y tu mente empieza a elucubrar acerca de lo que puedes encontrarte en ese lugar.  Y aquí es donde una servidora se encuentra con lo que viene a ser “una tarde diferente”.
Dos grandes figuras del cine asturiano, nominadas en varias ocasiones a los Premios Goya, como son Teresa Marcos y Ángeles Muñiz Cachón, dedican desde hace meses  bastantes horas de su tiempo a colaborar en el Módulo 10 de mujeres dentro del Centro Penitenciario Villabona.
A raíz del cortometraje rodado dentro del Centro,  que resultó premiado en el FICX, estas dos mujeres deciden llegar un poco más allá y en agradecimiento a estas reclusas, crean un Ciclo de Cine en el que muestran una filmografía variada y procuran que a cada sesión acudan las partes implicadas de la película en cuestión. Directores, guionistas, actores y demás exhiben sus obras y se exponen a las preguntas de estas reclusas, cuyas inquietudes son exactamente las mismas que las del resto de los mortales, aunque la vida no siempre les haya dado la oportunidad de manifestarlas.
En esta ocasión le tocó el turno a El Vivo Retrato, obra del fallecido Mario Menéndez y del incombustible Fran Vaquero  y cuyo guión fue creado por Francisco Orejas sobre un argumento de los dos primeros. Rodada en 1986, sigue siendo un emblema del cine hecho en Avilés y del cine asturiano en general.
Debo reconocer que al oír la primera puerta metálica cerrarse a nuestra espalda, un escalofrío irracional me recorrió la espalda. Pero es cierto que el recibimiento caluroso por parte de las internas, me tranquilizó en muy pocos minutos.
Y fue eso lo que me hizo reflexionar acerca de lo que esa visita podía significar para ellas en una aburrida tarde de lunes, una más de las que la vida les ha obligado a pasar allí dentro.
Posiblemente para ellas fuimos sólo un soplo de aire fresco, llegado desde fuera de las rejas pero para mí, una experiencia impagable fue disfrutar del calor de estas mujeres que más allá de sus responsabilidades penales, nos ofrecieron la mejor de sus sonrisas y su lado más humano.
Gracias a todas ellas. Gracias a Teresa Marcos y a Ángeles Muñiz por su tiempo entregado a esta causa y gracias a Bernardo, asistente social del Centro Penitenciario Vallibona, por su compañía y su amable conversación.

ÁNGELES MESA


Fran Vaquero, Ángeles Mesa y Francisco G. Orejas en el Módulo 10

19 de marzo de 2012

Texto de Fran Vaquero sobre su visita a Villabona



FUMANDO EN EL PATIO


El pasado lunes 12 de marzo a las seis y media de la tarde encendí un cigarrillo en el patio del Módulo 10 de la Cárcel de Villabona. Hacía casi diez años que había dejado de fumar pero por algún motivo sentí la necesidad de volver a hacerlo en ese momento y en aquel sitio.
Se me ocurre ahora, mientras escribo esto, que fue el impulso de hacer algo que antes no había hecho. Me refiero a fumar en un recinto en compañía de otras personas y privado de la libertad de abandonarlo. Desde luego no estoy comparando una cárcel con las diversas instituciones franquistas por las que pasé y a las que me refiero (internados de Gijón y Pravia, cuarteles de Cartagena y Madrid) Por aquella época yo tampoco fumaba y la tarde de Villabona quise saborear las imágenes de viejas películas donde se ven presos, militares o escolares fumando en el patio durante las aburridas e interminables horas del “recreo”

Aquella misma tarde, después de esta nostálgica experiencia pulmonar, tuve otra mucho más interesante y sorprendente: participar en un coloquio tras la proyección de la película “El Vivo Retrato” (Mario Menéndez, 1986)
Invitado por Teresa Marcos y Angeles Muñiz, las dos directoras que coordinan con bastante acierto el taller de cine para las presas del Módulo 10, disfruté en compañía de Francisco Orejas (coguionista de la película) de las preguntas que nos hicieron las asistentes sobre temas como la producción de cine en España y las diferencias de ritmo narrativo entre este cine y el americano. Todo un cuestionario más propio de aquellos Cine Forum de los años...

Gracias a todas por tan agradable experiencia.


FRAN VAQUERO    



Francisco García Pérez, Fran Vaquero y Francisco G. Orejas en el muelle de Avilés durante el rodaje de El vivo retrato (1986). 

14 de marzo de 2012



MÓDULO 10
Hace algunos años, asistí a la grabación de un documental en la antigua cárcel de Oviedo. Era un espacio inhóspito, sórdido, lóbrego. Aunque hacía tiempo que los presos habían sido trasladados a otro lugar, estar en aquel lugar causaba cierta inquietud. No era un espacio acogedor, sino todo lo contrario. Las celdas, con los colchones destripados y repletas de desperdicios, no estaban cerradas. Tampoco las rejas, oxidadas, de puertas y ventanas. Pero uno sabía que en aquel lugar había estado encerrada mucha gente –en no pocos casos, de manera injusta–, se había torturado, y matado. Apetecía salir pitando.
Esta semana he estado en Villabona. Inquieta, en efecto, ver cómo las rejas van cerrándose conforme te internas en el recinto penitenciario, y advertir que estás sometido a vigilancia constante y que, cuando una puerta se cierra a tus espaldas, otra se abre ante ti porque alguien –como el Big Brother orwelliano– sabe cuál es el lugar exacto en el que estás, y hacia donde te dirijes. Sin embargo, no es una cárcel lóbrega, ni sórdida. Por paradójico que parezca, en la Unidad Terapéutica y Educativa parecía respirarse cierto aire de libertad –a lo mejor es porque sabía que sólo íba a estar en el recinto pentenciario unas pocas horas– y en el módulo de mujeres creí advertir cierta alegría de vivir –otra paradoja, o acaso simple error de perspectiva por mi parte– en muchas de las reclusas que participan con evidente entusiasmo en el Taller de Cine que dirigen Ángeles Muñiz y Teresa Marcos.
No se si hay vida en otros planetas. Pero sé con certeza que tras los muros de la cárcel, aunque esas mujeres hayan sido despojadas de su libertad, sí.

Francisco G. Orejas

Una película de culto en el ciclo de cine

La noticia en La Nueva España

Villabona proyecta «El vivo retrato»

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Villabona proyecta «El vivo retrato»  reproducción de g. bengoa
Villabona proyecta «El vivo retrato»
«El vivo retrato», la película de culto que dirigió el asturiano Mario Menéndez en 1986, se proyectó en la cárcel de Villabona dentro del proyecto que organizan en el módulo diez Teresa Marcos y Ángeles Muñiz. Los guionistas, Francisco G. Orejas y Fran Vaquero -en la foto, con las cineastas y las internas-, presentaron el trabajo, informa G. BENGOA.

2 de marzo de 2012

Las mujeres del hatillo gris



María, la protagonista de La mujer del hatillo gris llegó finalmente hasta la cárcel de Villabona a través de campos y festivales, secarrales y presentaciones, y la Villa Buena resultó ser, junto a las mujeres del Módulo 10, un lugar no tan malo como cabría esperar.
Talego talego/ qué dolor, como decían los poetas de los ochenta, pero en esta otra forma de convivir, con la cultura, el respeto, las artes, hoy denostadas por algunos de los cráneos menos evolucionados de la sociedad, se encuentra un espacio transitable y digno, una oportunidad educativa y de convivencia para quienes no han tenido demasiadas oportunidades.
Hace dos mil quinientos años que lo sabemos: quien conoce no hace el mal.
Mi impresión personal es que muchas de las que allí están encerradas no deberían estar. Sin demagogia, cualquier sustancia debería ser legal para terminar con las mafias, los robos, la explotación, la violencia. Y las cárceles están llenas de estos motivos. En lo que pienso al salir del Mako es en prevención, en información, en libertad, en escuelas, en educación de calidad, en el gobierno provisional asturiano aumentando en 10 millones el presupuesto de la enseñanza privada y reduciéndolo en 8 millones a la pública el mismo día que nos rasgamos las vestiduras, también con razón, por que echen a Cienfuegos; pienso en las vidas tan estrechas de los que viven en las prisiones, estrechas desde que nacieron, por un camino sin salida que conducía directo ahí dentro.
La mujer del hatillo gris ha sido un éxito. Me tuve que subir a una silla para conectar unos cables y me gané unos silbidos de ánimo. Nunca he tenido mejor público para mi película que éste, entregado, como cuando llorábamos, reíamos y aullábamos en el cine Capitol a las tres de la tarde del domingo, en ese momento preternatural de la inocencia. También me aplaudieron y aplaudimos. Y nos besamos al despedirnos.
Recuerdo ahora los versos del poeta lírico Pla:
Carabanchel, La Modelo,
Herrera de La Mancha,
Cáceres II,
Alcalá Meco, Puerto
de Santa María.

Luis Trapiello, director de La mujer del hatillo gris.

1 de marzo de 2012

En palabras de Melania Fraga:

"L’entrar na cárcel siempre me produz una disyuntiva na que me golpea esa frase que tantes vagaes glayé siendo más moza, y quiciabes más valiente, a la vera les muries cuando sabíamos d’abusos que se cometien dientro… y aun pensando nesi “abaxo les muries de les prisiones, nun puedo dexar de dir, d’entrar, cada vagada que soi invitada, aunque solo seya pa recodame a mi mesma que “nun tamos toes falten les preses”.
Nesta ocasión fuí de la mano d’Ángeles Muñiz Cachón y Teresa Marcos como invitada, xunto al director de cine Luis Trapiello y "la mujer del hatillo gris”, a compartir esi Cuscús que me fizo pásalo perbien nes alderiques.
Mi intriga transformose n’ilusión cuando ante un aforo de más de cincuenta muyeres, presentaronme como la primer muyer invitada que proyecta nel “rincón del cine”. Dalgunes, de fechu, entrugaron cómo yera posible que hubiese menos muyeres que homes nel cine… tema pa llargo.
Dempués les presentaciones y los curtios descubrimos l’emoción de munches por ver, gracies a la perguapa historia de Trapiello, que los fueos articiales nun pueden esconder les miseries d’un pueblu que tovia anguaño busca a los sos muertos.
Pa mi, un luxo, compartir “Cuscús” coles que son d’elli y d’acá, coles que saben que nun viven en llibertá y coles que busquen otros muros ente los que poder amar."
Melania Fraga
 Ángeles Muñiz, Melania Fraga, Luis Trapiello y Teresa Marcos

Los mismos con un grupo de internas

Quinta entrega del Ciclo de Cine

Luis Trapiello y Melania Fraga pasan sus cortos en Villabona

 03:35   
Los cineastas, en Villabona.
Los cineastas, en Villabona. reproducción de g. b.
Los cineastas asturianos Luis Trapiello y Melania Fraga presentaron, en el centro penitenciario de Villabona, sus respectivos cortos, «La mujer del hatillo gris» y «Cuscús». Ambos estuvieron con las internas del módulo 10 de la cárcel en un ciclo de cine, informa G. B.