La cárcel a 24 fotogramas por segundo
Las reclusas del módulo 10 de Villabona inauguran su «Rincón del cine» con el pase de un corto sobre su convivencia
Villabona (Llanera),
Franco TORRE
«Yo he vivido aquí las dos épocas: la del talego-talego, cuando estuve encerrada en el 96, y ahora la del "módulo de respeto". Antes había peleas continuas y te quitaban el peculio a la mínima. Pero ahora todo es distinto». María Teresa Álvarez es una de las 72 reclusas que conviven en el módulo 10 de Villabona, que en los últimos tres años ha experimentado una increíble transformación, pasando de ser un sector ciertamente problemático a un «módulo de respeto», donde las internas conviven en paz. Una transformación que viene propiciada por el duro trabajo de internos y funcionarios, y que ahora se vio impulsada por el rodaje de un cortometraje.
El cortometraje en cuestión, «Módulo 10», fue rodado en la prisión por las cineastas Teresa Marcos y Ángeles Muñiz. El origen de la película se sitúa en un taller de escritura de una obra de teatro que comenzó a impartir Ángeles Muñiz a petición del educador José Luis Martín.
El taller evolucionó hacia el cortometraje, y Ángeles Muñiz implicó entonces a Teresa Marcos, con la idea de lograr realizar una película a partir de un guión desarrollado e interpretado por las propias reclusas del módulo. «El rodaje fue fantástico, gracias al entusiasmo que ellas mostraron», señala Ángeles Muñiz.
Una vez concluido, el cortometraje tuvo un importante recorrido por diversos festivales nacionales y extranjeros, y fue galardonado en el «Día d'Asturies» del Festival Internacional de Cine de Gijón. «Les habíamos prometido (a las reclusas) que si ganábamos algún premio, lo invertiríamos en montar un "Rincón del cine" en el módulo», apunta Ángeles Muñiz. Fieles a su palabra, las cineastas inauguraron ayer el «Rincón del cine» con una proyección de «Módulo 10». En los próximos meses, otros cineastas asturianos de la talla de Tom Fernández, José Antonio Quirós y Jim Box pasarán por el módulo para presentar sus trabajos a las internas, y mantener con ellas un coloquio.
Con todo, éste no es el único beneficio que ha reportado la película a las internas. «A raíz del corto, nuestras familias vieron lo que hacemos aquí. Estamos privadas de libertad, pero mejoramos día a día», comenta Rosa Amor. «Ha hecho que la gente nos vea como personas, no como presas», añade Aroa Salvero.
«El cortometraje nos ha dado visibilidad», resume el educador José Luis Martín: «Eso nos ha abierto muchas puertas, como la del Proyecto Hombre, que se va a introducir en el módulo, y además ha ayudado en la convivencia».
Franco TORRE
«Yo he vivido aquí las dos épocas: la del talego-talego, cuando estuve encerrada en el 96, y ahora la del "módulo de respeto". Antes había peleas continuas y te quitaban el peculio a la mínima. Pero ahora todo es distinto». María Teresa Álvarez es una de las 72 reclusas que conviven en el módulo 10 de Villabona, que en los últimos tres años ha experimentado una increíble transformación, pasando de ser un sector ciertamente problemático a un «módulo de respeto», donde las internas conviven en paz. Una transformación que viene propiciada por el duro trabajo de internos y funcionarios, y que ahora se vio impulsada por el rodaje de un cortometraje.
El cortometraje en cuestión, «Módulo 10», fue rodado en la prisión por las cineastas Teresa Marcos y Ángeles Muñiz. El origen de la película se sitúa en un taller de escritura de una obra de teatro que comenzó a impartir Ángeles Muñiz a petición del educador José Luis Martín.
El taller evolucionó hacia el cortometraje, y Ángeles Muñiz implicó entonces a Teresa Marcos, con la idea de lograr realizar una película a partir de un guión desarrollado e interpretado por las propias reclusas del módulo. «El rodaje fue fantástico, gracias al entusiasmo que ellas mostraron», señala Ángeles Muñiz.
Una vez concluido, el cortometraje tuvo un importante recorrido por diversos festivales nacionales y extranjeros, y fue galardonado en el «Día d'Asturies» del Festival Internacional de Cine de Gijón. «Les habíamos prometido (a las reclusas) que si ganábamos algún premio, lo invertiríamos en montar un "Rincón del cine" en el módulo», apunta Ángeles Muñiz. Fieles a su palabra, las cineastas inauguraron ayer el «Rincón del cine» con una proyección de «Módulo 10». En los próximos meses, otros cineastas asturianos de la talla de Tom Fernández, José Antonio Quirós y Jim Box pasarán por el módulo para presentar sus trabajos a las internas, y mantener con ellas un coloquio.
Con todo, éste no es el único beneficio que ha reportado la película a las internas. «A raíz del corto, nuestras familias vieron lo que hacemos aquí. Estamos privadas de libertad, pero mejoramos día a día», comenta Rosa Amor. «Ha hecho que la gente nos vea como personas, no como presas», añade Aroa Salvero.
«El cortometraje nos ha dado visibilidad», resume el educador José Luis Martín: «Eso nos ha abierto muchas puertas, como la del Proyecto Hombre, que se va a introducir en el módulo, y además ha ayudado en la convivencia».

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